(Pirateado del blog de Luis Valdez)
Monterrey.- ¿Es la novela gráfica ya un material serio? ¿Los lectores adultos ya aprendieron a valorar obras como MAUS, Watchmen y Arkham Asylum? Los lectores mexicanos ya no son unos niños, pero todavía son limitados sociales, tartamudean y se ponen raros si una mujer se les acerca.
En la guía editada 1001 libros que hay que leer antes de morir, aparece sólo una novela gráfica: Watchmen, de Alan Moore. No está V de venganza, MAUS, algún tomo de Sandman o Arkham Asylum de Batman (un “superhéroe” de lo más serio). De alguna manera se encontró un trasfondo narrativo, político, social, desmitificador, entre las páginas de un serial de cómic que a los doce números se recopiló y desde entonces es un clásico ya del género novela gráfica, que en otros países se jacta de ser un género de seriedad.
Una realidad en la que Estados Unidos gana la guerra de Vietnam, Nixon es un héroe nacional que nunca padece el “Watergate” y es reelegido y querido por todo el país. Otra realidad histórica es caldo de cultivo para la crítica política, social y personal de cada uno de los protagonistas. En parte, el sueño americano también ha sido el sueño en sus héroes y superhéroes. ¿Qué sucede si éstos también son retorcidos mentales, sádicos, megalómanos, egocéntricos, descontrolados? ¿Quién vigila a estos vigilantes?
MAUS es otro caso: Una novela gráfica que incluso mereció el Pulitzer, por su material como testimonio del sufrimiento judío en campos de concentración de la II Guerra Mundial. Ratones judíos maltratados hasta el exterminio por gatos nazis. Entre los dibujos de animales están las resonancias psicológicas, obsesivas compulsivas que el Holocausto dejó en los sobrevivientes.
¿Arkham Asylum? Una novela gráfica donde las visiones son propias de un asilo mental. No hay individuos con una misma forma. Hay lamentos y gritos en cada rincón, dudando qué visión es real y cuál es meramente alucinación. Una novela gráfica desde la locura, donde se hace entrever que incluso Batman, un hombre disfrazado de murciélago, tampoco está del todo cuerdo.
¿Son estas novelas gráficas material de lectura para niños? Claramente no lo son. Escurriéndose del mainstream gringo, son clásicos, pero tampoco son “revistas de monitos” para el niños que sacó 9 o 10 en matemáticas y se merece un cómic de premio.
Creo que si acaso este material ha ganado madurez, también deberían ganar madurez sus propios lectores. He aquí un género que hace falta defender con criterio. Lo mismo han pasado por aquí Cortázar que Jodorowsky, y se han editado novelas gráficas basadas en obras de Bradbury, Lovecraft, Camus, Dante Alighieri, Nietszche, Rousseau y Marx… pero si no pasamos del afán de mercadotecnia de las editoriales que sólo ponen dibujos impresionantes y superhéroes musculosos (o mujeres curvilíneas para lectores con rostro repleto de espinillas), no podemos librarnos del prejuicio que hay hacia quienes consumen este tipo de arte secuencial.
Se requiere más criterio de parte de los que compran y leen novela gráfica. Si se puede, que también lean libros. Que no se mofen ni vean raro a aquellos que de leer Batman han pasado a leer Don Quijote, porque en esta falta de criterio, demuestran que la mayoría de los que leen cómics o novela gráfica, no pasarán de ser gente que sólo lee “monitos”
.http://15diario.com/hemeroteca/15diario/hemeroteca/2013-07-31/valdez31.html
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